Mario, un niño de cuatro años, come tortillas de maíz y un delicioso caldo de saíno. Juega en el río, donde su Papá pesca, y Mamá lava la ropa. Los padres de Mario leen la Biblia y oran y le enseñan a Mario lo bueno y lo malo. En la noche, cuando Mario se acuesta en su pequeña cama de madera, él sabe que mucho más allá que el techo y la luna y las estrellas, allá está Dios. Y este Dios en el cielo observa a Mario en su camita. Esta encantadora historia nos enseña cómo es la vida en Belice con Mario y su familia.