La cura de Dios para las preocupaciones de su alma. Enfatiza que la verdadera fuente de bienestar y victoria esta en las Escrituras y no en la cura temporal que ofrece la psicología moderna.
El autor nos recuerda que Dios es completamente soberano, entiende nuestras luchas y nos ha equipado con recursos no solo para enfrentar las ansiedades, sino para triunfar sobre todas nuestras inquietudes.